FLORA
Para comenzar con las aves que conforman la variada fauna, mencionaré al alma de perro, es un pájaro que se caracteriza por soportar la sed sin ir en busca de agua, y solamente se sacia cuando llega el invierno, al caer las primeras lluvias se le puede ver con el pico hacia arriba atrapando las gotas de agua, en verano se pierde entre los montes y se sostiene solamente con la humedad del alimento que consume.
Para comenzar con las aves que conforman la variada fauna, mencionaré al alma de perro, es un pájaro que se caracteriza por soportar la sed sin ir en busca de agua, y solamente se sacia cuando llega el invierno, al caer las primeras lluvias se le puede ver con el pico hacia arriba atrapando las gotas de agua, en verano se pierde entre los montes y se sostiene solamente con la humedad del alimento que consume.
A este pájaro le siguen otras especies de aves monteses como las palomas guataleras, azulonas, toritas o torcas y ala blanca que viven en los matorrales o cerca de los cultivos de maicillo o sorgo, son tan enormes las parvadas de estas aves que el campesino durante la ciega debe permanecer en su milpa gritando o reventando cohetes para espantarlos y evitar el saqueo del grano.
Sobresalen otras especies como el pavo real que en la actualidad es una casualidad encontrarlo, le siguen la codorniz, loras, periquitos y muchas de bello trinar y plumaje tal es el caso del zorzal, la chorcha, cenzontle y la tórtola.
Las domésticas o de corral: gallinas, patos, guineas y jolotes y abundan también las aves de rapiña como el zopilote, gavilán, querque, lechuzas, búhos, estiquirines etc.
En la rivera de los ríos se pueden encontrar aún los elegantes garzones, Martín pescador, pato de agua y nutrias.
Los mamíferos de este lugar son muy resistentes a la alta temperatura, los sitios de sesteo son reducidos y se ubican solamente en las orillas de los ríos o en las arboledas por donde corre el agua de las quebradas.
El ganado vacuno y caballar son los que más se exponen a la inclemencia del sol en su búsqueda de pasto y agua, pero estas condiciones hacen del ganado de este lugar uno de los mejores del país por tradición, por su exótico pelaje y condición saludable para el destazo.
Morolica siempre fue de los mayores productores de leche y sus derivados de excelente calidad, de aquí salían las mejores rosquillas con un exquisito sabor a cuajada o requesón, los clientes al probarlas decían “uhmmm, estas si pasaron por el corral”.
Abundaron los animales salvajes como el león y el tigre, chancho de monte, zorrillo, guasalo, ardilla, puerco espín, pisotes y coyotes. Los reptiles más comunes son los lagartos, iguanas, garrobos, lagartijas, etc.
Existen dos tipos de serpientes: venenosas y no venenosas, las venenosas son: el tamagás, el coral, el cascabel; y entre las no venenosas se menciona a la boa y la zumbadora.
La flora de este municipio también la conforman un sinnúmero de plantas y árboles.
Como en todo pueblo apartado de las grandes urbes, contar con la atención de un médico profesional es casi un sueño, para tratar algunos males sus habitantes hacen uso de ciertas hierbas y plantas medicinales encontradas entre otras especies que solamente son maleza, las más bondadosas son: la ruda, el orégano, hierbabuena, jengibre, la quina y el apasote, entre otras.
Las zonas boscosas en la actualidad son muy escasas debido a la constante deforestación que produce el campesino en su equivocada práctica de rozar y quemar para luego proceder a la siembra durante la época de invierno, los árboles que más predominan pese a este fenómeno son: el roble, cedro, caoba, salamo, nacascolo, carbón blanco y colorado, ceibo, matapalo, matiar, michihuiste. A la orilla de los ríos proliferan las acacias, encinos, laureles, quebrachos, jícaros, pescadillos, cornizuelos, aceitunas, guacamayas y el pino que se encuentra en pequeñas áreas como en las comunidades de San Nicolás y otras aldeas colindantes con los municipios frescos.
La floresta también incluye la de bajo follaje o de guía o parra como se les conoce, estos son: la zarza, dormilonas, chupamiel, chichicastes y otros familiares de la tuna como la saitilla y la pitajaya, además de una variedad de zacate utilizado para pastar ganado.
En medio de toda esta flora, tanto bajo como sobre la copa de los grandes árboles sacuden sus alas y hacen sus nidos miles de aves, conviven los mamíferos y se arrastran todo tipo de reptiles que comparten las más ardientes temperaturas y la sequía.